Risotto bianco con azafrán

Me encanta el arroz y un risotto es la mejor forma de inventar con él. La base del risotto es un buen caldo (ya que es el sabor que va a absorver), de modo que lo mejor es siempre que lo hagáis vosotros mismos. Ya os enseñaremos en MMYSC a preparar buenos caldos, no os preocupéis! También es muy importante remover en todo momento e ir añadiendo el caldo poco a poco.
Este plato viene de la palabra “riso”, arroz en italiano, y se le asigna su origen al norte de este país. El risotto bianco es el más básico de todos y desde el cual, añadiendo o cambiando ingredientes, haréis una infinidad de variantes diferentes.
El tipo de arroz también es importante. Si queréis ser gourmets os recomiendo un arroz tipo bomba, que son españoles y de una calidad increíble. De todas formas si queréis hacerlo con arroz común, el grano siempre debe ser redondo, ya que tienen más contenido en almidón y son capaces de chupar más líquido.
En esta receta yo he añadido el azafrán que aromatiza mucho y da un color exquisito, pero no es parte de la receta básica.
Funciona muy bien tanto de plato único como de acompañamiento.

Ingredientes para 4 personas:
600gr de arroz redondo
1l de caldo (de pollo, carne, pescado o verduras según ingredientes)
2 cebollas
1 puerro
1 vaso de vino blanco
1 cda de mantequilla
azafrán
queso parmesano rallado
sal y pimienta

En primer lugar se pican las cebollas y el puerro y se sofríen con la mantequilla y un poco de sal en una cacerola donde haremos el arroz. Mientras ponemos el caldo en otro caldero y lo mantenemos caliente, así no corta la cocción del arroz (si no tenéis caldo casero, acudís a briks o pastillas). Cuando las verduras esten doraditas se agrega el arroz y se remueve un minuto, entonces echamos el vino y volvemos a remover hasta que se evapore bien el alcohol (3 minutos). Después de esto agregamos el primer cucharón de caldo y removemos hasta que el arroz lo haya absorbido todo. Repetís este proceso hasta que el arroz este en su punto: blando pero al dente. A la mitad se añade el azafrán. En el último cucharón agregáis el queso rallado, corregís de sal y echáis pimienta. Servís enseguida añadiendo como yo una juliana de puerros salteada por encima.

Animaos que ya veréis que fácil es salirse un poco del arroz blanco.

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Me llamo Leo. Soy arquitecto, diseñador y amante de la gastronomía. No puedo estar quieto, siempre estoy leyendo, investigando o hablando de cosas relacionadas con la cocina. Me encanta Asia y ver películas con algo que se pueda comer con las manos. No soporto un cafe mal servido y el pescado, cuanto más lejos del fuego mejor.