Salsa bechamel

Cómo hacer bechamel, la receta de bechamel definitiva!

Hoy venimos con otro básico importante que os servirá para muchísimas recetas: la salsa bechamel! Es importantísimo saber hacerla bien ya que es uno de los pilares de la cocina casera. Se emplea en la lasaña, en los canelones, en pizzas, pasta, verduras gratinadas… Vamos, un sinfín de posibilidades! Además lo bueno de la bechamel es que siempre tenemos los ingredientes en casa, por lo que puede preparar en cualquier momento y nos sacará de más de un apuro.

La base de la salsa bechamel se llama “roux” blanco, que es harina ligeramente sofrita en una grasa (normalmente mantequilla). El roux se usa en cocina para espesar salsas y caldos. Si al roux le añadimos leche obtenemos la bechamel. Esa es básicamente la ciencia de la receta de bechamel.

La cantidad de leche a añadir depende de la finalidad de la bechamel. Para una bechamel ligera se añade 1 litro por cada 100gr de roux. Sin embargo para unas croquetas se añade entre 200 y 250gr por litro de leche, ya que tiene que ser mucho más espesa. El roux se  prepara al 50%, es decir, la misma cantidad de harina que de mantequilla. En esta receta de bechamel explicaremos una salsa bechamel media, porque es la que más usaremos en otras preparaciones.

Cómo hacer bechamel para canelones, por ejemplo

Para una hacer una bechamel para canelones, por ejemplo para una bandeja, necesitamos 100gr de roux y un litro de leche. Esto equivale a 50gr de harina, 50gr de mantequilla y un litro leche.

Si quieres hacerla algo más ligera se puede emplear leche desnatada sin problemas aunque con la leche entera siempre quedará mucho más sabrosa.

salsa bechamel

Cómo hacer bechamel

Ingredientes para 1 litro de bechamel (aprox.)
1 litro de leche
80gr de harina
80gr de mantequilla
sal
nuez moscada
  1. En un caldero pequeño o en un cazo ponemos a calentar la mantequilla a fuego medio.
  2. Cuando este derretida añadimos la harina y removemos con la ayuda de unas varillas. Dejamos que se sofría por unos 3 o 4 minutos sin dejar de moverla. Esto nos asegurará que no haga grumos. No debe coger un color demasiado tostado, sólo un poco amarillento. Si no la bechamel no nos quedaría blanca.
  3. A la vez que removemos vamos agregando la leche de poco en poco. No se hecha todo de una vez, porque así en las primeras veces podemos mezclar bien la harina con la leche y nos aseguramos que quede fina de verdad. Esperamos hasta que la harina haya absorbido toda la leche y volvemos a echar. Así hasta que terminemos con la leche y la harina se haya disuelto bien.
  4. Agregamos sal y nuez moscada al gusto. No os paséis de nuez moscada, dado que solo es darle un toque, no se trata de que quede muy especiada.
  5. Dejamos hervir unos 5 minutos con el fuego suave porque se quema con mucha facilidad. Cuanto más tiempo hierva más espesará. Por eso no os preocupéis si os pasáis de leche, basta dejar la bechamel y un rato mas al fuego.

Consejos: Si os ha quedado demasiado liquida dejarla hirviendo un tiempo. Si no es suficiente podéis sofreir un poco más de harina con mantequilla en una sartén a parte y añadirla a la salsa.
Si os ha quedado demasiado espesa, basta con añadir leche hasta obtener la textura deseada.

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Me llamo Leo. Soy arquitecto, diseñador y amante de la gastronomía. No puedo estar quieto, siempre estoy leyendo, investigando o hablando de cosas relacionadas con la cocina. Me encanta Asia y ver películas con algo que se pueda comer con las manos. No soporto un cafe mal servido y el pescado, cuanto más lejos del fuego mejor.

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